Lo que no se ve

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Un recurso muy sencillo para excitar a nuestra pareja es jugar con aquello que no ve, es decir, vendarle los ojos. Para poder practicar esta técnica a gusto es importante que la persona que no ve esté totalmente a merced del que sí lo hace, como por ejemplo estirada en la cama o de rodillas para dejar libre el pecho y la espalda.
Si nos atrevemos a ir un poco más allá podemos utilizar esposas sencillas con las que le ataremos las manos para que además de no poder ver tampoco pueda moverse, lo que lo hará aun más excitante. Podemos atar las manos a la espalda o incluso a la cama, para tener a nuestra pareja totalmente bajo control.

También se usa mucho en el BDSM, ya que deja al sumiso completamente a merced del dominante, especialmente si lo atamos a la cama en forma de X, o solo los brazos de punta a punta de la cabecera pero las piernas dobladas, sujetas con cuerdas individuales. Todo depende de lo lejos que queramos llegar.

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Una vez tenemos a nuestra pareja "controlada" podemos recurrir a todo tipo de caricias, besos, masajes; pero siempre procurando que no sepa por donde van a venirle, debemos intentar cambiar radicalmente de zona cada vez que tocamos su cuerpo (o no, depende por supuesto del efecto que queramos causar), de esa manera hará verdadero efecto el hecho de que no pueda ver, ya que no podrá predecir por donde vendrá el siguiente mordisco.

Más allá de usar nuestro propio cuerpo podemos recurrir a todo tipo de juguetes. Desde una simple pluma hasta una fusta de castigo, pasando por aceites de sabores, vibradores, cera, o cualquier cosa que se nos ocurra y pueda estimular el cuerpo de nuestra pareja. Como siempre, la imaginación es lo más importante, y es lo que marcará la diferencia entre "un polvo con los ojos vendados" y "uno de los mejores orgasmos que nuestra pareja pueda darnos" :)